SEMANA 2

 

Reflexión sobre el Uso de las Redes Sociales y su Impacto en la Vida Profesional

En esta clase, comenzamos con la lectura de algunas de las bitácoras de nuestros compañeros con el fin de realizar una retroalimentación y reflexión sobre lo que habíamos visto, hablado y hecho en la sesión anterior. Esta actividad nos permitió recordar los temas discutidos y analizar desde diferentes perspectivas lo aprendido, fomentando así una mejor comprensión de los conceptos tratados. Durante esta dinámica, se generó un intercambio de ideas que reforzó la importancia de la reflexión colectiva y de la responsabilidad que tenemos como estudiantes y futuros profesionales.

Uno de los temas centrales que surgió durante la conversación fue la responsabilidad en el uso de las redes sociales. En la actualidad, estas plataformas forman parte fundamental de nuestras vidas y son herramientas poderosas tanto para la comunicación como para la creación de una identidad digital. Sin embargo, también conllevan riesgos significativos si no se utilizan de manera adecuada. Analizamos cómo el mal uso de las redes puede afectar no solo nuestra imagen personal, sino también nuestra vida social y profesional. En muchos casos, las publicaciones impulsivas o inapropiadas pueden tener repercusiones graves, llegando incluso a afectar nuestra credibilidad y oportunidades laborales.

El profesor ilustró estos riesgos con dos casos reales que nos llamaron particularmente la atención. En el primero, vimos un video en la plataforma TikTok donde un grupo de estudiantes celebraba su graduación, pero lo preocupante era que expresaban sentirse orgullosos de haber concluido su formación sin haber adquirido las habilidades necesarias para ejecutar ciertos procedimientos. La publicación se viralizó rápidamente y llegó a las autoridades de la universidad donde estos estudiantes habían estudiado. Como consecuencia, la institución decidió retirarles el título académico, argumentando que habían demostrado una falta de ética y de compromiso con la profesión. Este caso nos hizo reflexionar sobre la importancia de la integridad y la responsabilidad en la educación. No solo es esencial adquirir conocimientos y habilidades, sino también demostrar un comportamiento ético que refleje el respeto hacia nuestra carrera y hacia quienes confían en nuestros servicios.

El segundo caso fue el de un cirujano y su equipo de enfermería que se tomaron una foto en plena cirugía y la publicaron en sus redes sociales. Este acto, aunque pudiera parecer inofensivo para algunos, generó una fuerte controversia debido a las implicaciones éticas y legales que conlleva. En el ámbito de la salud, la privacidad del paciente es un principio fundamental, y cualquier acción que la comprometa puede derivar en sanciones severas. En este caso, la publicación llevó a que los involucrados fueran suspendidos y enfrentaran consecuencias legales. Este hecho nos dejó una lección muy clara: las redes sociales deben utilizarse con responsabilidad, especialmente cuando nuestra profesión implica la confianza y el bienestar de otras personas.

Estos ejemplos generaron un debate profundo en nuestra clase sobre el impacto que tienen las redes sociales en la reputación profesional. En la actualidad, muchas empresas y organizaciones revisan los perfiles en redes sociales de los candidatos antes de contratarlos. Lo que publicamos en internet puede ser utilizado para evaluar nuestra idoneidad para un puesto de trabajo, y un solo error puede costarnos oportunidades importantes. En este sentido, es fundamental desarrollar una conciencia crítica sobre lo que compartimos en línea y pensar en las posibles consecuencias antes de publicar cualquier contenido.

Además, abordamos el tema de la construcción de una identidad digital positiva. En lugar de ver las redes sociales solo como un riesgo, también debemos aprovecharlas como una herramienta para potenciar nuestra imagen profesional. Existen muchas maneras de hacerlo, como compartir contenido educativo relacionado con nuestra área de estudio, interactuar con profesionales del sector o demostrar nuestras competencias y logros. Mantener un perfil profesional adecuado en plataformas como LinkedIn, por ejemplo, puede abrirnos puertas y ayudarnos a establecer conexiones valiosas en nuestro ámbito laboral.

Muchas veces, las personas olvidan que lo que se dice o se publica en internet puede tener un efecto negativo en los demás. Comentarios hirientes, noticias falsas y publicaciones irresponsables pueden generar daños irreparables en la vida de alguien. Como futuros profesionales, debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad no solo en lo que compartimos, sino también en cómo reaccionamos ante este tipo de situaciones. Promover el respeto y la veracidad en los espacios digitales es clave para construir un entorno en línea más saludable.

En conclusión, la clase nos permitió reflexionar sobre la importancia del uso responsable de las redes sociales y su impacto en nuestras vidas, tanto a nivel personal como profesional. Casos como el de los estudiantes que perdieron su título y el del equipo médico sancionado nos demostraron que lo que publicamos en internet no es ajeno a nuestra realidad offline y que cada acción tiene consecuencias. Aprendimos que nuestra identidad digital es una extensión de nuestra identidad real y que debemos cuidarla con la misma responsabilidad con la que manejamos nuestra vida cotidiana.

Las redes sociales pueden ser una herramienta poderosa si se utilizan de manera adecuada. Podemos usarlas para aprender, compartir conocimiento y construir nuestra imagen profesional. Sin embargo, es fundamental ser conscientes de los riesgos y actuar con ética y responsabilidad. Como futuros profesionales, debemos asumir el compromiso de utilizar estos espacios con respeto, protegiendo nuestra privacidad y la de los demás, y asegurándonos de que nuestras acciones reflejen los valores que queremos proyectar. Solo así podremos aprovechar al máximo las oportunidades que el mundo digital nos ofrece sin poner en riesgo nuestra reputación y nuestro futuro.


¿Qué está pasando con nuestros historiales de búsqueda?

Nuestros historiales de búsqueda no son simplemente un registro privado de lo que hemos explorado en internet; son datos valiosos que las empresas tecnológicas recopilan, almacenan y utilizan con distintos fines. Google, Facebook y otras plataformas utilizan esta información para crear perfiles detallados de los usuarios y ofrecer publicidad personalizada.

El caso de Edward Snowden y las filtraciones sobre la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU.) evidenciaron que los gobiernos también pueden acceder a esta información bajo el pretexto de seguridad nacional. Esto plantea un dilema sobre la privacidad: por un lado, estos datos pueden ser útiles para personalizar la experiencia del usuario, pero por otro, representan una invasión a nuestra privacidad y una posible vulnerabilidad en términos de vigilancia y manipulación.

Un caso emblemático fue el de Cambridge Analytica, donde se demostró que los datos de Facebook fueron utilizados para influir en procesos electorales, como el referéndum del Brexit y las elecciones presidenciales de EE. UU. en 2016. Esto nos lleva a cuestionar: ¿realmente tenemos control sobre nuestra información en internet?

¿Qué ocurre cuando los gobiernos usan la información para vigilarnos? ¿Por qué me vigilan si no soy tan importante?

Muchas personas creen que, al no ser figuras públicas o criminales, su información no es relevante para los gobiernos o las grandes corporaciones. Sin embargo, la realidad es que la vigilancia masiva no distingue entre ciudadanos comunes y objetivos de alto perfil.

Casos como el de la NSA y el programa PRISM revelaron que gobiernos pueden espiar a sus ciudadanos sin necesidad de una justificación específica. El argumento principal es la "seguridad nacional", pero este tipo de vigilancia también puede utilizarse para controlar la disidencia política o influir en la sociedad.

Un ejemplo reciente es el uso de software de espionaje como Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group, que ha sido utilizado para espiar periodistas, activistas y políticos en diferentes países. Esto demuestra que la vigilancia digital puede tener consecuencias graves, incluso para quienes creen que no tienen "nada que ocultar".

5. ¿Qué pasa con las redes sociales de las personas que mueren? ¿Cómo se podría conectar con el capítulo de Black Mirror ‘San Junípero’?

Cuando una persona fallece, sus perfiles en redes sociales quedan en un limbo digital. Facebook, por ejemplo, permite convertir la cuenta en un "perfil conmemorativo", donde los amigos y familiares pueden dejar mensajes, pero sin la posibilidad de que alguien acceda al perfil. Sin embargo, muchas cuentas simplemente quedan inactivas y permanecen en internet indefinidamente.

El capítulo "San Junípero" de Black Mirror plantea una visión futurista donde la conciencia de las personas puede ser almacenada digitalmente después de la muerte, permitiéndoles seguir "viviendo" en un entorno virtual. Aunque esta idea puede parecer ciencia ficción, en la actualidad ya existen intentos de crear inteligencia artificial basada en los datos de una persona fallecida, como el caso de Eugenia Kuyda, quien creó un chatbot basado en los mensajes de su amigo fallecido.

Esto plantea dilemas éticos importantes: ¿Deberíamos poder comunicarnos con una versión digital de alguien que ya no está? ¿Quién debería tener el control de estos datos? La muerte en la era digital es un tema complejo que seguirá generando debates en los próximos años.

REFERENCIAS 

  • Cadwalladr, C., & Graham-Harrison, E. (2018). "Revealed: 50 million Facebook profiles harvested for Cambridge Analytica in major data breach." The Guardian. https://www.theguardian.com


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